Stephen y Cathy Marlett en Casa de América
El lenguaje conforma la experiencia humana, nuestra cognición misma, en él nos nombramos y clasificamos el mundo con objeto de dar sentido a las circunstancias que nos rodean. Se calcula que en la actualidad existen en el mundo unas siete mil lenguas. Esta riqueza inigualable está sin embargo en peligro. Cada dos semanas muere una de ellas. A ese ritmo, es probable que a finales de siglo hayan desaparecido casi la mitad, y con ello se perderá un conocimiento insustituible para el resto de la Humanidad. ¿Qué conocimientos únicos e inesperados pierde el mundo con la desaparición de su diversidad lingüística? ¿Proporcionan las lenguas en sí mismas saberes útiles e irreemplazables para el resto de la humanidad? ¿Conservarlas es una tarea común o solo beneficia a los hablantes nativos de cada lengua? ¿Existen aspectos culturales que desaparecen si se traducen a una lengua dominante? ¿Cómo cuidar de estas lenguas y culturas en extinción?